Mientras muchas mujeres hacen sacrificios con dietas y horas de gimnasio para entrar y ajustarse a los cánones de belleza actuales, otras muchas han tirado la toalla y sueñan con despertarse algún día en el siglo XVII, donde las mujeres gordas eran las mas bellas.
El canon de belleza femenina ha tenido una marcada evolución a través de los siglos. Hemos pasado de venerar cuerpos regordetes y pieles de porcelana a querer tener la más oscura de las teces cubriendo nuestro cuerpo.
En los Años 1990 las mujeres seguian evolucionando en delgadez y pechos grandes y la cirugía estética ayuda a moldear los cuerpos de las que se quedaron en el camino. Grandes o enormes pechos, cuerpos delgadísimos, labios y pómulos prominentes.
La curiosidad nos lleva a dar un paseo por el planeta para conocer el estereotipo de belleza que prima en las diversas culturas según el continente y la etnia. ¡Sigamos Curioseando Juntos!
En los pueblos indígenas de las Américas, el estereotipo de belleza ha permanecido intacto a lo largo de los años. La lucha por la supervivencia de estas comunidades itinerantes tiene como consecuencia que el ideal femenino sea el de una mujer fuerte, capaz de cargar con sus hijos y soportar largas jornadas de trabajo.
El prototipo de las zonas más occidentalizadas es totalmente opuesto, se persigue la similitud con Norteamérica y Europa. Es decir, mujeres altas y delgadas, pero siempre con curvas.
En África, el ideal de belleza lo encontramos en mujeres anchas, incluso obesas por lo que en algunas regiones se obliga a las niñas a comer grandes cantidades de comida grasa para hacerlas engordar. En otras zonas las deformaciones son el principal ritual de belleza.
En Oceanía impera un rasgo fundamental de los maoríes, se trata de unos tatuajes tribales realizados con la técnica tradicional que reciben el nombre de “moko”. En el caso de las mujeres, solo aparecen bajo el labio y en el mentón, pero los hombres pueden llegar a tatuarse todo el rostro, además de los brazos y el torso.
En Europa, a partir de la segunda mitad del siglo XX, la búsqueda de la delgadez como estereotipo de belleza femenino se ha hecho cada vez más patente. Se ven ya lejanos los tiempos de los cuerpos redondeados.
El ideal se encuentra en cuerpos estilizados, con bastante pecho, labios voluminosos y nariz fina. Vivimos en una realidad en la que todo es posible gracias al bisturí y programas de retoque.
En Asia, para algunos países del sur, el estereotipo de belleza se centra en un cuello fino y alargado.
Un viejo proverbio chino dice lo siguiente; “cejas estrechas y largas como la hoja del sauce, ojos grandes como la nuez del albaricoque y boca tan pequeña como la cereza”.
El concepto de belleza en zonas más desarrolladas de Asia está fundamentado en una búsqueda enfermiza de la blancura de la piel. Las mujeres evitan las radiaciones del sol por medio de sombreros y grandes sombrillas.
Lo más importante de todo esto, es que (indistintamente de donde vivamos) la búsqueda de la belleza y la perfección, sea el acorde a la tipología y prototipo según nuestros genes y nuestro perfil.