El acto quirúrgico de mamoplastia, es uno de los mas comunes, que siempre realizo junto a mi equipo en consultorio, sin duda ninguna las particularidades de cada paciente son importantes, a la hora de realizar el procedimiento, factores como peso, capacidad de la caja torácica de mi paciente, longitud de espalda y capacidad muscular, son muy importantes de estudiar y tener en cuenta.
Al momento de llevar a cabo, un abordaje quirúrgico de este tipo, es muy importante tomar previsiones, de todo tipo, desde previsiones de tiempo en quirófano, hasta previsiones del material que se utilizara en dicho procedimiento, una de las principales previsiones que debemos tomar juntos, es la del implante mamario que utilizaremos en el proceso.
Los implantes mamarios, son las prótesis que se introducen en el seno, durante la intervención, de aumento mamario o mamoplastia. Estos constan de dos partes el contenido, que debe estar completamente formado por gel de silicona altamente cohesivo. Un material que bajo ninguna circunstancia se debe derramar, por el contrario, en caso de rotura de la prótesis, se mantiene compacto en su lugar.
Al momento de seleccionar un implante mamario, es importante tomar en cuenta la cubierta, aquella con las capas y composición suficientes para no producir roturas y, mantener todo el contenido intacto. Entre los tipos de cubierta, existen varios y, sin duda ninguna es el elemento central, al cual debes prestar atención a la hora de seleccionar, tu implante mamario.
Debido a que la composición y, el material de la cubierta con la que cuente el implante, que decidas utilizar, son clave para que el procedimiento sea exitoso, debido a que es esta cubierta es el elemento, que tendrá contacto con tus tejidos internos, toda tu musculatura mamaria, tendrá contacto con esta cubierta, por tanto es muy importante hacer una gran elección en este sentido.
La cubierta rugosa, es aquella con la que cuentan los implantes de mayor calidad, este tipo de cubierta, se debe a que forma diminutos canalículos que, permiten crecer al tejido cicatricial e integrar la prótesis en el cuerpo de forma efectiva. El uso de cubierta rugosa reduce múltiples riesgos durante el post operatorio de la intervención quirúrgica pero muy sobre todo el riesgo de contractura capsular.
Este tipo de cubierta, es del que te recomendaría enfáticamente, debido a esta característica, tan ventajosa para ambos, en la realización del procedimiento, lo que no indica ni quiere decir que los implantes con cubierta lisa, no tengan sus puntos a favor, mucho menos que sean un elemento de riesgo, por el contrario, existen implantes de cubierta lisa sumamente seguros y efectivos.
Por sus características, los implantes mamarios se dividen en diferentes tipos, según sean estas, personalmente prefiero los implantes redondos, por su forma con base redonda y volumen repartido, por toda la mama, lo que permite obtener mayor estabilidad y solvencia, a la hora de fijarse de forma estable a los tejidos musculares del seno de mi paciente.
Al momento de seleccionar tu prótesis mamaria es importante valorar también el peso, elementos como los materiales utilizados o el volumen del implante, influirán en el peso que tu piel deberá soportar. Por lo tanto, un implante muy pesado, no es aconsejable, sobre todo cuando se trata de senos con caídas muy pronunciadas o desgaste previo del tejido.