Hablemos de Mamoplastia

Hablemos de Mamoplastia, el procedimiento quirúrgico destinado a modelar el pecho de la paciente, y su objetivo principal es cambiar la forma del seno.

Existen tres tipos de Mamoplastia: de aumento, de reducción y de reconstrucción y la base de la intervención es mejorar la morfología de la mama.

La Mamoplastia es un tipo de cirugía estética que en ocasiones se realiza por razones de salud, debido a que el volumen o la forma de las mamas originan dificultades funcionales y generan problemas de tipo psicológico.

La Mamoplastia es considerada una cirugía mayor por ser un procedimiento prolongado, lo que significa que requiere de anestesia general. También supone un tiempo de recuperación considerable.

El posoperatorio exige el uso de soportes especiales, hasta que la mama adopte su forma y ajustes definitivos. En todos los casos deja cicatriz, que los cirujanos tratan de reducir al máximo.

Mamoplastia de reducción. Este procedimiento se practica cuando los senos son excesivamente grandes para el tamaño del cuerpo y originan diversos problemas, tales como dolores musculares, óseos y dificultad para respirar. Lo que se hace es retirar tejido glandular y adiposo. Después de esta cirugía, la mujer no podrá amamantar. También es posible que haya pérdida de sensibilidad permanente en los senos y los pezones.

Mamoplastia de aumento. Consiste en introducir un implante debajo del tejido mamario o del músculo pectoral mayor. Cada implante tiene un tamaño y una forma determinada, algunos son redondeados y otros tienen una forma semiovalada.

Mamoplastia de reconstrucción. Muchas veces debido a problemas congénitos o a cirugías para el tratamiento del cáncer de mama o por algún traumatismo, es necesario reconstruir un seno. Para ello se pueden utilizar implantes mamarios similares a los que se emplean en la Mamoplastia de aumento o se pueden utilizar tejidos del mismo cuerpo ya sea de la espalda o del abdomen.