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No esperes un milagro, una crema no te va a marcar los cuadritos de un día para otro. Pero, si buscas opciones de ayuda, en el mercado de la cosmética corporal las hay a montones. Un gran número de productos que prometen acabar con la celulitis y la barriga se ofrecen a un publico anhelante de lograrlo.

En los estantes de las farmacias, las tiendas especializadas, los supermercados y hasta en la teletienda, florecen como panacea para lograr lo hasta ahora inalcanzable.

Existen dos variantes de este tipo de productos reductores de grasas, uno que pretende activar la circulación sanguínea en la zona deseada mediante una acción térmica y el otro con ingredientes descongestionantes, como el ginseng o la cafeína, para igualmente lograr una activación en la circulación sanguínea.

La promoción es tentadora: Frotando bien día y noche, la barriga se convierte en abdomen, y la celulitis se transforma en piel tersa y bronceada. La promesa es motivadora y dan ganas de comprarlo por litros, pero ¿realmente sirven de algo?

La respuesta es que por sí solos no y es interesante saber cuáles son sus efectos. La base de la mayoría de estas cremas son la cafeína y lecitina, un emulsionante natural y algunas además añaden mentol o alcanfor, lo que produce esa picante sensación de frío-calor y sensibilidad en la piel.

Todo esto tiene un solo efecto: aumentar la circulación sanguínea en la zona del cuerpo donde se aplica, y ojo, esto es bueno para reducir la grasa, debido a que las células adiposas apenas necesitan aporte sanguíneo para vivir, así que les llega poca sangre.

Esto quiere decir que el proceso de liberar esa grasa en la sangre para quemarla, es muy lento. Aquí es donde las cremas reductoras entran en escena. Más circulación sanguínea significa que los adipositos tienen más oportunidades para liberar la grasa.

Pero eso solo ocurre si las células de grasa tienen motivos para liberarla, si nuestro cuerpo necesita quemar grasa para hacer algún esfuerzo. Es decir que si solo nos aplicamos la crema y volvemos al sillón, la piel se enrojecerá y se tensará, aumentará el riego en la zona, pero la grasa se quedará dónde está.

En el folleto de estas cremas, se admite que necesitas deporte y dieta para notar algún efecto, además que el gel actúa en la capa más externa de la piel y la mayor parte de grasa se encuentra en zonas más profundas.

¿Es el gel reductor de grasa un producto inútil entonces? Aunque su uso solo ataque a esa grasa que reside en la capa más superficial de la piel, no se puede afirmar que sea un producto inútil. Lo que hay que tener en cuenta es cuándo vale la pena usarlo y en qué casos no.

Definitivamente no hay crema ni gel reductor que valga, porque eliminar esa grasa más rebelde sólo se consigue con dieta y ejercicio. Entonces ¿por qué no sales a correr 15 minutos, o haces una sesión de cardio, con lo que quemarás en un cuarto de hora más grasa que en una semana usando esos geles o cremas.

Dr. César Delgado Afaneh
Dr. César Delgado Afaneh
Cirujano Plástico, Reconstructivo, Estético y Maxilofacial

2 Comments

  1. Patricia dice:

    Gracias por su explicación..

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